
Bueno, creo que ha llegado un momento en el blog. No sé que momento, pero uno. Uno en el que tengo que introspectarme un poco hacia afuera. Creo que toca. Pensar todas las cosas que he hecho mal, y posiblemente, pedir perdón por ellas. Una de esas cosas sería, por ejemplo, el no presentarme, ni dirigirme directamente a los lectores.O el poner el capítulo 5 entre el 12 y el 13. Lo de presentarme, no lo voy a hacer, que ya es tarde; lo de hablar directamente a los lectores, creo que ya lo estoy haciendo ahora, así que ya tengo un pecadillo menos.Es gracioso, porque no hablo a los lectores directamente, pero de repente les obligo a ser partícipes de algunas de mis entradas, escribiéndolas en segunda persona... y casualmente las que escribo así suelen ser las más... personales. Será que lo hago para no sentir que soy una quinceañera depresiva gritando mis problemas en internet.
Porque yo no soy una quinceañera.
Bueno, seguro que tengo muchos más fallos, pero no tengo ganas, ni de ponerme a pensarlos, ni de ponerme a escribirlos. Así que de momento, este primer inflexionario acaba aquí. Gracias a todos aquellos que habéis ido leyendo las cosas que ponía aquí. Volveré con una nueva entrada en el momento que tenga algo que decir y me apetezca hacerlo.
Y sí, la etiqueta de tetas la pongo para que todo resulte más comercial.
2 comentarios:
Te has retratado, Detective, te has retratado. Ahora sólo falta que escribas cuando te apetezca... y ojalá te apetezca más a menudo. Que la comunicación es como las quinceañeras ;)
Estoy comenzando a ampliar mis apetencias. Poco a poco. Sí, como las quinceañeras. No sé en que sentido, pero sí.
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