-Capitán, la Tormenta está afectando a los sistemas de navegación.En las Calderas no dan abasto.Están gastando incluso el carbón destinado a las calefacciones. Hace demasiado frío. Los hombres están nerviosos.
-¿Qué le da miedo, señor Smith?
Smith se revuelve en su uniforme de invierno.Bueno, en su uniforme de invierno y en el abrigo.Y en el gorro.Y en la capa.Y en una manta que lleva entre el abrigo y el uniforme. En el puente de mando todos llevaban un equipo similar. Lo único bueno de la tormenta de nieve era que las gallinas que escaparon en el accidente junto a la luna, habían dejado de corretear por la nave y se habían ido todas en tropel a los motores de popa. Junto a las calderas.Al calorcillo. Y luego dicen que son tontas.
-De no volver.
De no volver. De no poder volver. De morir antes de llegar. De volver y tener que abrazar a mis hijos con algún dedo, ojo, mano, o pie menos.No lo dice, porque son tantas ideas que se le yuxtapondrían a la hora de hablar, y yuxtaponer lengua, labios y demasiadas emociones suele conllevar el soltar gotitas de baba. Y soltar gotitas de baba no está bien visto por el protocolo de las Fuerzas Aéreas de Su Majestad.
-Estupideces. Nos quedan sólo 96 millones de Kilómetros. Estamos mucho más cerca de Marte que de la Tierra. A esta velocidad,podríamos encender la hoguera de Guy Fawkes en fobos. Habría entendido el miedo a no llegar.-Los copos de nieve golpeaban con fuerza el cristal del puente de mando. Ya no se veían estrellas, y mucho menos manadas de tortugas de Ortoclasa como en los primeros meses del viaje.Ahora nieve y niebla. De vez en cuando un ruido, y alguna cigüeña iluminaba de rojo la luneta.- Pero pensar en volver en estos momentos. Me decepcionan...
Que reina ni que niño Muerto. Quiero a mi mujer. Abrazarla, hacerla el amor, besarla. Quiero estar vivo y despierto cuando lo haga.
- No tenemos casi carbón para seguir avanzando, por culpa del temporal. Prender una hoguera dentro de 2 meses es casi una utopía, señor.
Sir Arthur J. John Mondrake sonríe, como siempre que le llaman señor. Pasea. Pisa una mierda de gallina seca, que cruje. Nadie lo oye, porque el viento silva y la nieve golpea. Apoya las manos en el respaldo de la silla del joven piloto, que anoche se masturbó salvajemente pensando en Lucy. Escondió "Drácula" bajo las sábanas. Como si el libro fuese una prueba del delito. Se ha confesado 3 veces en la capilla, pero aún está nervioso. Suda. Mira el reflejo del Capitán en la luneta. Le mira protector. Y se mesa la barba. El joven piloto suda, bajo su gorra 76 gotas, antes de que Sir Arthur J. John Mondrake haga sonar el cuero al apretarlo y se gire a hablar al contramaestre James R. Smith.
- Esta nave es mía. Y no existe ninguna razón que me haga volver, superior a entregarle a la reina un puñado de tierra roja marciana. Esta nave es mía, y no voy a morir sin pisar Marte.- Se gira, se vuelve a girar. En una estúpida pirueta que podría haber quedado muy digna si la hubiese hecho más despacio.- No voy a volver sin pisar Marte. Vivo o muerto. Motores a máxima potencia- Mira al sudoroso piloto.- Rumbo sur-suroeste, 36 grados.-Vuelve a girarse hacia el contramaestre.- Estaré en mi Camarote. -Hincha el pecho, orgullo y oxígeno a partes iguales.- Por la Reina.
Se cruzan. Capitán y contramaestre.Se miran. Dos destinos y dos hombres. Hace mucho frío. Smith habla, o emite vaho que suena.
-Pero la reina está muy lejos de aquí, señor.
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Gracias a la nevada que ha caído y a una Cámara Reflex prestada, Samuel Pérez Gutierrez ha hecho esta, no sé si buena (porque de fotografía no entiendo), pero que-me-parece-digna-de-un-puñado-de-elogios fotografía, que no sólo ilustra el capítulo, si no que le ha inspirado entero.
5 comentarios:
Bueno, me alegro de que la foto te haya inspirado algo, lo que es una pena es que eso que te ha inspirado trate una temática tan manida como
é que posee cierto trasfondo que recuerda la agonía de todo ser humano, pero está contado de una forma nada innovadora (y sosa, comparada con otras cosas que he leído tuyas). Las cosas buenas no te las digo, que te las crees.
mierda. Se me ha cortado también -.-. Y no tengo tiempo ni ganas de reconstruirlo.
Te contestaría, pero prefiero esperar a que lo reconstruyas. Así podré darte la razón o quitártela según proceda y me apetezca.
Esas palabras quedarán eternamente perdidas... tampoco es una pérdida muy grande. Algún místico proceso del destino ha impedido que se reproduzca mi crítica en tu blog. Eso, o que el servidor petó durante unos milisegundos.
Ale!
mola tu forma de escribir...sobre todo cuando mezclas cosas graciosas (como lo de pisar una mierda de gallina seca, o lo de sudar 76 gotas)
La historia también está guay..."nos quedan sólo 96 millones de kilómetros" jeje...a un paso vamos
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