
Que ya nadie sacrifica un toro en honor a Zeus. Ni siquiera un saco de piel lleno de huesos.
Muchos años desde la última hecatombe; desde los últimos juegos píticos (podrían haber sobrevivido estos, en lugar de los olímpicos) Apolo ha visto como los laureles se han marchitado y vuelto a nacer más veces de las debidas.
Cupido se ha disfrazado de Querubín, prostituyéndose para el corte inglés ante el dolor de su amada Psique, Afrodita ha hecho estriptis en los bares más sórdidos y borrachos de la ciudad, y Ares ha visto como las armas de destrucción masiva destruían la Aristeia.
Esculapio no entiende de Embriones congelados, híbridos, de clonación, y Poseidón no intenta explicarle lo de las aguas internacionales, está ocupado con el deshielo de los casquetes polares. Hermes está a punto de firmar un contrato para Nike.
Ya nadie Cree en ellos. Pero son Inmortales. Ahí siguen. Y seguirán.
Y seguirán
Por los siglos de los siglos.
2 comentarios:
Amén tío, amén... Una bonita "burla" a traves de la comparación de las deidades griegas. Muy bueno, si señor.
¿Burla? me alegro de que te guste, aún así.
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