
Si sólo tenemos en cuenta lo que es la etimología, una situación violenta podría ser perfectamente un accidente de avión, o un puñetazo grande duro y gordo partiendo nuestra cara. Pero lo realmente interesante es cuando en la situación violenta , la violencia se da sólo en potencia.
El ejemplo clásico de situación violenta es, recurriendo al odioso fútbol, cuando un aficionado del equipo de Madrid entra en un Bar plagado de gente vestida de Rojo y azul; esa es la más básica, y la menos bonita de todas (puede que sea por el fútbol, pero hay infinidad de ellas. Estar totalmente enamorado de tu sastre cuando este te está poniendo los alfileres en tu ropa interior. Que se equivoque con respecto al lado en el que cargas ya no sería una situación violenta, si no dolorosa.
Las situaciones violentas, en lo que a la ficción respecta son de los momentos más disfrutables de una historia. Y no sólo por lo divertido que es ver sufrir a los personajes, si no por la incertidumbre que existe en ellas. Puede pasar casi de todo. Cualquier cosa que ocurra en ese momento nos sorprenderá, o mejor dicho, nada nos pillará de sorpresa porque estamos esperando que ocurra lo más extravagante. Aunque, claro, al final, la situación se resuelve sin nada. Simplemente se acaba, cambian de escena o de capítulo.
Pero, las situaciones violentas, en la realidad, son algo totalmente distinto. Son exactamente iguales. Simplemente cambia el punto de vista y hace que lo mismo sea lo opuesto. Todas las partes de tu cuerpo de las que tienes constancia de que existen se ven embargadas de una pequeña energía oscura, que puede ser tembleque, pero no lo es. Miras a tu alrededor. Giras hacia los lados. Quieres que acabe, pero no puedes hacer nada, ya que la violencia, que está contenida por la presa de la potencia, podría desbordarse, y eso da miedo. Pero tampoco te apetece seguir así e intentas darle muchas vueltas al "¿Qué hago?" intentando que ese pensamiento ocupe las suficientes regiones de tu cerebro como para que olvides el berenjenal en el que te hayas inmerso. Y al rato te das cuenta de que deseas con todos los trozos sobrantes de tu cerebro que "lo otro" (o la otra), es decir, el otro factor de la ecuación violenta, haga algo que la finalice de una vez, aunque escapen pequeñas ráfagas de lluvia de la presa potencia. Pero no. Los dos factores se quedan sin resolver.
X=X e Y=Y.
Así durante interminables segundos en los que, si tienes algo de sentido del humor, y por evitar males mayores, piensas en que la situación que estás viviendo, vista desde fuera, puede ser la hostia graciosa. Puñetero dios, que bien se lo pasa a mi costa.
Afortunadamente, el ser humano es un animal, con necesidades escatológicas, y de alimentación, y el débil equilibrio de la situación violenta, se sostiene y se rompe, desapareciendo toda la violencia de la presa (o acumulándose para futuros momentos similares, que es lo más habitual), y cada uno de los ríos sigue su curso. Justo lo que, en una peli, acaba pasando. Y lo que esperas que pase cuando lo ves. Pero no cuando lo vives...
Bueno, Menuda tontería más grande.
Tontería como eufemismo de Mierda
2 comentarios:
K NO SABÍA DONDE DEJAR UN COMENTARIO Y COMO STA ES LA ULTIMA ENTRADA PUES LO DEJO AQUÍ K EL BLOG SIGUE MUY BIEN
¡Eh Muchas Gracias Chavalote!
Y ya lo siento que no te comente yo a tí, pero es que no tengo demasiada costumbre... sólo a veces.
Un saludo y ánimo con tu blog, por el que me voy a pasar ahora mismo, por cierto.
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