Todo es tan blanco, tan placentero. Muy a gusto, Poco a poco comienzas a darte cuenta de que estás en un lugar. Que ese blanco bien podría ser negro, pues tienes los ojos cerrados, o eres ciego.Estás nadando. No tienes que hacer esfuerzo para mantenerte donde estás, y si te mueves, puedes, sacar los brazos a un sitio mucho menos placentero. Sí, estás nadando. Ese otro lugar es fuera del agua. Quédate dentro. No, espera. Tienes brazos, luego no eres un pez. Revisa rápidamente tus, probablemente limitados y oxidados, conocimientos de zoología. No. Ningún pez tiene brazos. Eres un mamífero. Probablemente un ser humano. Estoy casi seguro de que eres humano porque estamos teniendo esta conversación. No tendría esta conversación con un perro. Bueno, no importa. No te quedes dentro del agua. Se está bien, sí, pero ni perros ni humanos pueden respirar dentro del agua. Mierda. Llevas bastante tiempo ahí dentro.Aún no te has ahogado.Probablemente no sea agua. Probablemente estés en la cama. Sí. Tiene sentido. Ya sabemos mucho más que antes. Tenemos un espacio, la cama, y un sujeto, tú, humano. Y ese blanco. Y esa sensación tan maravillosa. Siempre y cuando consigas dejar los brazos dentro. Cuidado, se te escapa la punta del pie. Eso es, encogido. Todo es blanco (o negro) y cálido y suave. Flotas. No sabemos dónde está la cama. Puede estar en casa de tus padres, en un hotel en Papua-Nueva Guinea. Puede que ni sea una cama, que sea un sofá. Lo cual nos hace ver que tampoco tenemos un cuando. Quizás eres pequeño, estás en la cuna. O es uno de tus últimos días, estás en el hospital. No importa. Estás en la cama. Todo es suave.
Pero
Ahí está. Hay algo al fondo. No sabes bien que es. Algo que tienes que hacer. Quizás es ir a mear. Igual son los vecinos gritando. Quizas es culpabilidad, mentiste a tus padres sobre las notas del examen de ayer. No, no es eso. Es tu hija, acaba de volver de fiesta. O no. No, no es eso. Es otra cosa. ¿Es un despertador? Es tu marido roncando. Es tu mujer dándote con el codo porque sabe que estás remoloneando. Es que es Lunes.
Da igual. No importa.Todo está ahí. Todo sigue estando ahí. Lo que flota. Lo que es blando. La suavidad. Sin embargo, falta algo. No lo comprendes. Pero lo acabas entendiendo. Faltas tú. Ya no eres parte de todo eso. Este sitio ya no es tuyo. Vete de aquí. No te queremos ya más.
Pero
Ahí está. Hay algo al fondo. No sabes bien que es. Algo que tienes que hacer. Quizás es ir a mear. Igual son los vecinos gritando. Quizas es culpabilidad, mentiste a tus padres sobre las notas del examen de ayer. No, no es eso. Es tu hija, acaba de volver de fiesta. O no. No, no es eso. Es otra cosa. ¿Es un despertador? Es tu marido roncando. Es tu mujer dándote con el codo porque sabe que estás remoloneando. Es que es Lunes.
Da igual. No importa.Todo está ahí. Todo sigue estando ahí. Lo que flota. Lo que es blando. La suavidad. Sin embargo, falta algo. No lo comprendes. Pero lo acabas entendiendo. Faltas tú. Ya no eres parte de todo eso. Este sitio ya no es tuyo. Vete de aquí. No te queremos ya más.
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