Hoy hemos paseado por ljubljana, que viene a ser algo así como la capital de eslovenia [un tachón de una letra de longitud] es una ciudad extraña. La gente habla extraño (supongo que ellos lo llamarán esloveno) y [ tachón que cubre una línea entera] desayuna queso caliente rodeado de hojaldre. Beben Yogures en tetrabrick, y no beben agua con sabor a agua. Lo que no deja de sorprenderme es que esta ciudad parece que siempre está compuesta de afueras como si [un tachón oculta la palabra "hubiese"] cogidese todas las afueras de todas las [tachón de 5 letras] ciudades del mundo y [Tachón de 2 letras] al juntarlas voilá. [tachón bajo el cual se puede apreciar "Ljb Ljbl"] ljbljana. Aunque aún me quedan cosas por ver, claro.
[Entre esta línea y la siguiente, el mismo que escribió el resto, añadió, más pequeño, y seguramente, con posterioridad el siguiente párrafo: " -seria feo, pero el hecho de saber que es una ciudad post-comunista, le da un sabor especial."]
Mi compañera de viaje es, en ocasiones, bastante pesada. Me trata como si fuese incapaz... de muchas cosas.
"Ordena esto" "Ordena esto otro".
Lástima.
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